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Michel Couvreur fue originalmente un productor y comerciante de vino de Borgoña. Compró las bodegas Molet en Bouze-lès-Beaune en 1956, luego trabajó en Escocia, donde aprendió a hacer whisky.
Este embotellador independiente belga está especializado en whiskies envejecidos en barricas de jerez y oporto principalmente.
Es importante destacar que nunca especifica en las etiquetas el origen de la destilería. Michel Couvreur considera que “el 90% de la calidad de un whisky proviene de la barrica, y solo el 10% del proceso de destilación”.
Fallecido el 17 de agosto de 2013 a la edad de 85 años, fueron su hija y su esposo quienes se hicieron cargo del negocio, ayudados por el maestro bodeguero. Todos los whiskies de Michel Couvreur se añejan en su bodega en Bouze-lès-Beaune. Es una bodega excepcional, con 150 metros de galerías excavadas en el corazón de la roca de Borgoña. Ofrece unas condiciones perfectas para la maduración del whisky (humedad, silencio, calma y profundidad).
Los whiskies Michel Couvreur son el minucioso trabajo de ensamblaje, cada barrica se controla individualmente y cada botella requiere un cuidado especial (taponado, encerado y etiquetado a mano).
Son whiskies de muy alta calidad con mucha redondez y equilibrio. Michel Couvreur tiene una visión revolucionaria y muy personal del whisky: más que el terruño o el trabajo del destilador, los aguardientes de grano se convierten en whisky a través del envejecimiento en barricas de madera. Lo comparará con la fecundación, a la que dedicará sus trabajos e investigaciones desde 1978… en Borgoña y Francia.
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