El espadín, una especie a caballo entre el arenque y la sardina, vive en colonias en el Atlántico Norte. Conservados en aceite de oliva, ofrecen una textura fundente y un sabor ligeramente ahumado.
Se comen clásicamente con pan y mantequilla, pero también se pueden servir para untar, sobre pan tostado cubierto con ricotta, tomates frescos y alcaparras.
Colocados sobre galletas saladas, ¡se convierten en una parte esencial de la cena de aperitivo!
La tapa transparente le permite admirar el atractivo almacenamiento en la mano.
Peso neto: 120g
País de producción Letonia