Lista de productos por marca SAINT-JEAN
Durante más de 80 años, Saint Jean ha estado haciendo especialidades de pastelería al estilo francés.
La historia de Saint Jean es la de la feliz convergencia de dos hombres: Emile Truchet y Jean-Claude Ezingeard.
Todo comenzó en Romans en 1935 cuando Emile Truchet, dueño de un restaurante, decidió mecanizar la producción de sus ravioles para amasar la masa más fina. Por lo tanto, inventó su propia máquina: el raviolator.
La historia continúa con Jean-Claude Ezingeard, hijo y nieto de “ravioleuses”: estas mujeres que se han convertido en expertas en el arte de hacer raviolis. Gracias a ellos, Jean-Claude Ezingeard tiene una receta familiar como ninguna otra: más verde porque es un poco más veteada. Intuyendo el potencial gastronómico de sus raviolis, decidió añadir Comté envejecido durante varios meses, que él mismo eligió de las queserías de frutas del vecino Jura. Luego, reproduciendo los ravioles de Emile Truchet, conocido unos años antes, Jean-Claude Ezingeard decidió lanzar sus primeras producciones: ¡nacieron los ravioles de Saint Jean!
A lo largo de los años, Saint Jean desplegará su saber hacer pastelero en una selección de productos frescos. Primero la pasta fresca, cuidando de enriquecer los gustos a través de recetas variadas y frecuentemente renovadas. Luego vienen las quenelles, joyas de la gastronomía Ródano-Alpina. Y por último la gama Catering, que refleja toda la creatividad que la marca sabe demostrar a través de platos preparados originales y gourmet, listos en tan solo unos minutos.
Maison Saint Jean siempre ha tenido como misión perpetuar el arte de la pasta fresca “a la francesa”. Y aún hoy, la promoción de esta gastronomía francesa continúa gracias a alianzas con grandes chefs, seducidos por el refinamiento y el sabor sutil de sus especialidades culinarias.
No es casualidad que estos grandes chefs confíen en Saint Jean. Cada ingrediente se elige cuidadosamente, la mayoría de las veces en Francia, y cumple con los requisitos de alta calidad y frescura. Cada receta se desarrolla con delicadeza y creatividad para una cocina siempre imaginativa. Y nuestros ravioles Dauphiné se benefician de dos de los mayores signos de calidad francesa: la Etiqueta Roja y la IGP, que garantizan el respeto a la receta tradicional.