El queso de cabra Rocamadour aporta suavidad y ternura a quien lo degusta. Bajo su fina piel aterciopelada se esconde una textura cremosa, con un fondant incomparable.
Este carácter cremoso es el resultado de su crianza de 6 a 7 días.
Entre su piel, que permanece flexible, y el corazón del queso, se desarrolla una fina capa de crema. Entonces decimos que el queso asoma.
Deja que se airee durante aproximadamente una hora a temperatura ambiente para que se aprecie toda su suavidad, luego se deslizarán finas gotas de crema bajo su piel y quedará perfecto.
En boca ofrece un sabor dulce de cabra, con notas de nata y avellana.
Número de raciones: 12 raciones de 35g
Todos nuestros productos frescos se envían en paquetes isotérmicos especialmente diseñados que incluyen geles refrescantes que les permiten mantenerse frescos durante todo el viaje.